El miedo aún continúa metido en el cuerpo de Jasmina Martínez Romero, la joven dominicana de 23 años de edad que en la tarde del pasado sábado fue retenida, junto con tres niñas de 7, 8 y 10 años, y un bebé de mes y medio, por un hombre armado con un cuchillo en un piso de la plaza de Padre Rubinos, en A Coruña.
Los agentes de la brigada judicial de la Policía Nacional trabajan en varias vías de investigación, y no descartan cualquier posibilidad. Esperan que entre las huellas encontradas en la vivienda asaltada aparezca alguna distinta a la de los usuarios habituales del piso, y que sea del secuestrador. (LEER MAS)
La joven dice ahora que el hombre más que un cuchillo portaba una especie de machete: «Era grande, pero con una hoja muy ancha», indicó. Y recuerda que el asaltante, además de calzar chanclas de andar por casa, «vestía como una especie de pijama», por lo que sigue creyendo que el hombre tenía que vivir cerca de su casa o en el propio edificio. Lo mismo piensa Sandra, la que fuera esposa del padre de Jasmina: «Estaba lloviendo y ni las niñas ni los policías vieron huellas de zapatos húmedos por la casa». Por ello, la mujer, madre del bebé, cree «que el hombre podría estar en el edificio». (LEER MAS)
Este suceso al igual que el robo del carrito de bebes de la semana anterior parece que no han sido realizados por ladrones profesionales (por su forma tan rara de actuar), sino más bien por personas que desesperadas por la crisis hacen locuras.
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